EL PAISAJE INTERIOR DE URBÁN
Para materializar su rico y contundente discurso, Urbán ha elaborado un estilo muy personal conectado con el constructivismo por su afinidad a la armonía y al rigor formal, aunque muy distanciado de su férreo dogmatismo. Una construcción basada en la ensambladura de formas, yuxtaposición de materiales, el acoplamiento de elementos, el machihembrado de fragmentos, el engarce de diferentes piezas...que se componen en un orden casi pitagórico y con un gusto sumamente refinado. Esta ordenación rigurosamente arquitectónica de cada una de las partes de la obra condiciona este eco constructivista del que hablábamos, pero no solo entendido desde una preocupación formal, sino también preocupado por las emociones subyacentes. Así, recrea el cúmulo de sensaciones y las traduce a través de la especifidad de los diferentes materiales que utiliza para restacar de sus entrañas, su máxima expresividad y su intrínsica significación.
Es en este sentido que sus estados introspectivos se materializan entre un diálogo de contrarios: el lleno y el vacío, el silencio y el son, la claridad y la oscuridad, la apertura y el cerramiento, las partes y el conjunto, la densa corporeidad y el corte aéreo, las suaves calidades de los pulidos y las texturas rugosas en un raudal de variedad y riqueza expresiva, dirigida a evocar las verdaderas preocupaciones humanas a través de la lucha de fuerzas antagónicas y de tensiones polarizadas. Así es como Urbán domina las oposiciones en un anhelo de ordenar el caos, estabilizar el movimiento, horadar el hermetismo, aligerar la pesadez, acotar el abismo, romper el plano establecido y huir del marco referencial...para aproximarse a la esencia de la idea.
Las diferentes relaciones que se establecen en su obra, el orden de las partes y de los elementos que entran en juego, así como su estructura tanto formal como conceptual han sido las principales preocupaciones de Urbán desde sus inicios que ha resuelto siempre gracias a la omnipresencia de la construcción geométrica y de la estructura cartesiana.
Es importante subrayar el papel que tiene la materia en su obra - principalmente la madera y la tela - como segmentos de la realidad. En algunos casos, utiliza elementos pulidos, en otros, los materiales se presentan en su esta<do natural o envejecidos expresamente, interviniéndolos como si la erosión de paso del tiempo fuera la que ha depositado toda su pátina (maderas desbastadas, rasgadas, desgajadas, agrietadas, resquebrajadas, hendidas, agujereadas, quemadas... telas desgarradas, deshilachadas, rotas... herrajes doblados y herrumbrosos...) e incluso en muchos casos, los alterna con materiales de desecho encontrados, que pinta, tiñe o barniza como el resto de los demás elementos.
Con esto, Urbán no sólo borra los límites entre lo pictórico y lo escultórico, sino que trata de establecer un diálogo actiovo entre diferentes lenguajes hasta sintetizar un discurso muy perfeccionista y exquisitamente sutil suma de la construcción cubista, la abstracción libre de las formas, el tratamiento matérico informalista y el encaje objetual. En ningún caso, pero, sus estructuras son exentas ni tiene volumen espacial, sino que están sometidas al plano bidimensional que sólo se rompe por el espesar de los distintos materiales.
La sencillez radical y la extrema desnudez conviven con su obra con los contrastes cromáticos de ténues tonalidades y con los cambios texturales.
El color se convierte en protagonista de cada obra y se erige como el elemento coordinador, siempre, diluido por la radicalidad y pureza de la forma que se impone con absoluta inmediatez.
Desde el año 1980 hasta la actualidad su obra ha ido sufriendo ciertos cambios ocasionados por una nueva posición personal mucho más lírica y poética ante el mundo que le rodea y por una valoración mucho más serena de las dimensiones íntimas. Estos cambios, aparte de seguir manteniendo su gran potencia expresiva, se han concretado en una síntesis y pureza de las formas, en una sensación de orden, quietud y equilibrio y en una sensibilidad musical que impregna todo su trabajo.
La intensidad viv encial y poética, cargada del eco del cosmos, es el gran estímulo creativo de Urbán que se traslada a la obra gracias a la relación directa que establece entre la aventura de vivir y la consiguiente razón de sus actos: una obra que es capaz de interpretar los valores más íntimos a través de la dimensión plástica de la materia; una obra que se vuelve constantemente un sugerente y fascinante paisaje interior.
CONXITA OLIVER
69 "Se han hecho necesario tantos siglos" 150x150 Técnica mixta sobre tabla. 1996 (Colección particular) |