- 2004 - URBÁN/DESDE LA ESENCIA/Galería Kreisler.Madrid.

Portada catálogo




"La pintura es exactamente lo que se vé". Es meramente apuntar a un vacío que es preciso llenar, pero lo que esta declaración comunica con fuerza, es la renuncia del artista a llenarlo él mismo. De hecho, en y por sí mismo, la obra puede sugerir muchas cosas, poniendo en marcha una cadena de asociaciones que van mucho más allá de la mera percepción.
                                                             Tomas McEville


DESDE LA ESENCIA

      En el complejo mundo contemporáneo, aquel que nace en las últimas décadas del siglo XX y está presente en el comienzo del siglo, el arte se presenta más confuso de lo que tradicionalmente ha sido. A los estudiosos de esta disciplina, se nos hace difícil establecer categorías o estilos que traten de poner orden a un caos reinante consecuencia de una sociedad sumida en un constante cambio. Como en toda situación existe su parte clara y oscura. Por un lado, vivimos pendientes del tiempo como si el mismo se nos escapase, corriendo de un lado a otro, estresados, irritables e irascibles. Por otro lado, la diversidad cultural cada vez está más presente como consecuencia de la mezcla racial. Las ciudades ya no tienen un solo color sino muchos, el enfoque de la realidad no es único sino múltiple. Esto mismo sucede en el arte. Raramente tiene parámetros donde agarrarse, deambula sin llegar a concretar, a veces sorprende, otras está falto de contenido y en ocasiones el contenido abruma. Justamente esta incoherencia, tan humana, hace al arte contemporáneo tan atractivo. Nos encontramos, por tanto, con poéticas individuales que expresan el mundo íntimo de sus autores.
  Cualquier persona interesada en el trabajo de Urbán puede ver en su bibliografía que los críticos se han acercado a su obra catalogándola de constructivista, informalista y matérica. Si bien es cierto que a veces hace guiños a estas formas artísticas. yo prefiero describir su arte como puramente personal, que parte de orientaciones diversas y teóricamente enfrentadas. El empleo en algunas ocasiones de estas referencias es consecuencia de un conocimiento, de unas contaminaciones necesarias para el desarrollo de un trabajo propio.
   En su producción la materia posee un carácter prioritario. Un informalismo matérico abstracto que utiliza como elemento base la madera: tallada, pintada o quemada. En definitiva, un material manipulado que expresa la búsqueda de la esencia, de un recorrido sin fin que no es más que el aprendizaje y el dominio del arte. Sorprende en la obra de este autor la capacidad que posee de unir la abstracción pura de carácter poético junto a la abstracción geométrica mucho más racional. Lo expresivo y lo medido enlazan sus manos para dar paso a unas piezas que transmiten un pensamiento profundo. Pero no se puede hablar de azar, las composiciones son medidas, exactas, la simetría está presente en estas piezas que se presentan como una combinación entre escultura y pintura. También podríamos calificar el resultado de Povera, pero su filosofía está tan alejada de este concepto como del informalismo. No hay ninguna reinvidicación social o política, simplemente un trabajo basado en el descubrimiento de las capacidades de los materiales empleados, una manera de descubrir su alma, sus posibilidades para poder compartirlas con el espectador.
    En la epidermis de la obra sentimos las texturas que ésta consigue  y que armonizan con la gama cromática de ocres y grises que evocan claramente a la naturaleza, puesto que el arte de Urbán es sobre todo puro, natural y terrenal. Desea expresar la belleza de las cosas sencillas, desde la reflexión, desde la calma.
     También se ha hablado al describir sus producciones del papel de la memoria. Pero no es la suya sino la de cada espectador. La contemplación de las piezas nos transmite un silencio profundo, que nos sume en un mundo que está al mismo tiempo cerca y lejos. Este tratamiento de la madera envejecida nos remite al recuerdo, al paso inevitable del tiempo que todo lo destruye, pero que a su vez crea una nueva forma de belleza, fruto de la melancolía y del deseo satisfecho o perdido.
    Sus círculos, las formas verticales que los atraviesan son juegos geométricos trabajados con sosiego que intentan convertir el mundo en algo espiritual, a través del rito mágico del artista creador. Formas esféricas, triangulares que evocan a los dioses, pero que lo hacen desde el silencio, desde el miedo y el terror de los mortales.
  Al acercarme a estas piezas veo sus similitudes y sus contradicciones. Su propia idiosincrasia y las influencias históricas que irremediablemente poseen. Veo el mundo contemporáneo y su maravilloso contraste y veo también la esencia de la creación. En palabras de Theodor W. Adorno "la obra de arte es siempre ella misma, y a la vez algo distinto".

María Marco Such
Crítica de Arte. Doctora en Historia del Arte.


E1 RECOLECTOR DE SUEÑOS I

Vista de la exposición
Vista de la exposición


















Con la obra:
464 EL SOL ESCONDIDO
EN EL SILENCIO DE SU LUZ 140x100












Con la obra:
E2 RECOLECTOR DE SUEÑOS II


  
Con Juan Kreisler






Vista de la exposición


TODAS LAS OBRAS PRESENTADAS EN LA EXPOSICIÓN FORMAN PARTE DE COLECCIONES PARTICULARES